Se delimita por las calles San Fernando y La Alborea, por el Centro de Salud del municipio y el cuartel de la Guardia Civil. Tiene una superficie de 1.175m².

Los accesos no presentan barreras arquitectónicas, permitiendo el fácil acceso a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas. Consta de dos zonas diferenciadas. Cuenta con elementos infantiles con suelo de caucho para protección de los menores que usen sus instalaciones.

Como patrimonio cabe destacar la presencia de una fuente ornamental a modo de monumento en honor a Don Francisco Moreno Galván. 

Soporta actividades compatibles y deseables, como zona de juegos infantiles, zonas de paseo y esparcimiento. Se puede disfrutar de grandes zonas de sombra donde relajarse y disfrutar de las zonas verdes.

Las especies inventariadas son: Árboles: tipuana (Tipuana speciosa), robinia (Robinia pseudoacacia) jacaranda (Jacaranda mimosifolia), ciruelo japonés (Prunus cerasifera var. pisardii), naranjo (Citrus aurantium), olivo (Olea europaea). Arbustos: mirto (Myrtus communis). Plantas de flor: rosal (Rosa sp.).

Parque moderno y pulmón de una de las zonas de más expansión de la población. Tiene una superficie de 7098 m2.

Se construyó en el año 1987, aunque no se recupera hasta el año 1999, cuando la zona presenta ya un nivel de ocupación importante.

Destacan en este parque la zona de juegos infantiles, las generosas sombras y los elementos bio-saludables para personas mayores, pudiendose realizar actividades física al aire libre. También existen alternativas de ocio como mesas de ping-pong y demás juegos de mesa. La vegetación es abundante y llamativa tanto, por la variedad de sus especies, como por la diversidad de ellas.

El Parque Manuel Azaña es un parque accesible para todos, no presenta barreras arquitectónicas que impidan el acceso a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas. Entre sus especies arbóreas destacan las mimosas y los falsos pinos o casuarinas, así como especies de arbustos como Granado o Romero.

Se trata de un lugar agradable, cómodo y con buena oferta de equipamientos.

Plazas, parques y jardines con encanto, espaciosas o recatadas, hermosas, lugares de encuentro, solaz de conversaciones y pensamientos. Parajes naturales que guardan olores para el viajero, fragancias que adornan los paseos, la charla o los besos.

La mayoría de los espacios verdes con los que cuenta nuestra localidad, a excepción del Paseo Francisco Bohórquez y la Plaza Nueva, son de reciente creación, aunque no por ello, podemos decir que la superficie destinada a tales usos sea escasa sino todo lo contrario. Quizás lo inmediato sea consolidarlos ahora, llenarlos de contenido y mantenerlos en buen uso y estado. Actualmente existen un total de once guardas colaboradores que con su tesón y dedicación hacen posible que todas nuestras plazas y jardines muestren su esplendor y podamos disfrutarlos.

Podemos decir que en la Puebla de Cazalla, tenemos un espacio para cada uso. Existen lugares alejados, inmersos en la tranquilidad como el Parque de la Fuenlonguilla, zonas de lectura en generosas sombras como la Plaza del Matadero, La Plaza vieja o la Plazoleta de la Ermita. Hábitats de vegetación naturalizada donde además se puede escuchar el rumor del agua como el Parque del Corbones o Ladera del Cura. Hervideros de chiquillería como el Parque Manuel Azaña, Plaza de Francisco Moreno Galván, Plaza Revolución o Plaza de Las Melias.  Sitios con gente muy nuestra como la Plaza de Jardero o la Plaza Nueva.

Se localiza en la zona sur del municipio, al final del paseo del mismo nombre, anexo a la Hacienda Nuestra Señora del Carmen o de La Fuenlonguilla. Presenta una superficie de 3.419 m².

Uno de sus conjuntos más singulares es La fuente, antiguo abrevadero de la "foronguilla" también llamada "Fuente de la Plata". Se encuentra localizada frente a la fachada principal de la Hacienda Ntra. Sra. Del Carmen y linda con la vereda de Francisco Torres. Inventariada en el registro de fuentes singulares de la Consejería de Cultura escribiéndose como un conjunto de dos piezas (pilar y depósito con su caja de agua) de fábrica de ladrillo y sillares de piedra, apuntándose la posibilidad, según los estudios realizados por la Escuela Taller "La Fuenlonguilla", de que la caja pudiera ser islámica (S.XII) y el resto del S.XVII.

En la década de los noventa se inició la recuperación del conjunto que se ha visto enriquecido no sólo con la rehabilitación del pilar, la fuente o el "pozo lirón" sino con nuevos elementos que ordenan el paisaje así como el empedrado original y la plantación de especies como fresnos, álamos, olmos, romero etc. Los accesos no presentan barreras arquitectónicas, permitiendo la accesibilidad a personas con movilidad reducida.

Se considera como patrimonio los restos de la red de acequias que abastecían de agua a la Hacienda, lo que le confiere un aspecto histórico - cultural.

Representa sin duda un lugar privilegiado, antaño apreciado por la calidad de sus aguas y de un enorme recogimiento.