Fernando el del Central como cariñosamente le llaman todos, se le ha concedido recientemente por parte del presidente del gobierno andaluz D. José Antonio Griñán, una de las distinciones al mérito laboral que anualmente se entregan por parte de la Junta de Andalucía, en un acto cuya gran solemnidad se corresponde plenamente con el mérito contraído por los premiados, y que ha servido para dar reconocimiento público de toda una vida consagrada al servicio diario a los demás a través de su dedicación profesional respectiva.
Fernando nace en una generación de españoles cuya infancia se desarrolla en plena postguerra, y por tanto en unas condiciones extremadamente difíciles. Cuenta con pocas oportunidades, y tiene que ganarse la vida y el pan desde muy pronto. Las malísimas condiciones de la época mandan, y enseguida, casi un niño, empieza a trabajar con su padre y su madre en el bar Central junto a una plaza que entonces se llamaba General Franco. Desde entonces ha permanecido al pie de su barra por casi 60 años.
Es la bonhomía hecha persona, de su simpatía perenne disfrutan cada día quienes le frecuentan y es un hecho corroborado por todos cuantos le han tratado aunque sea una sola vez.